Para muchos, el concepto de vivir de las rentas inmobiliarias es una auténtica panacea, una forma de lograr la independencia financiera que anhelan.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que todo tiene su complicación en esta vida y que, como dice el sabio refranero, nunca mucho costó poco.
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¿En qué consiste exactamente vivir de las rentas?
Se trata de adquirir propiedades, alquilarlas y generar ingresos de forma regular, suficientes para cubrir los gastos que tradicionalmente asumiría un empleo. Tanto si alquilas de forma residencial como comercial, lo importante es que esas propiedades te generen ingresos continuos y lo suficientemente elevados como para suplir la existencia de un trabajo tradicional. Puntualizamos lo de “tradicional” porque encargarte de la administración de una propiedad conlleva mucho trabajo, y eso es muy importante tenerlo en mente. No hay que caer en el mito de que vivir de las rentas es sinónimo de comprar un inmueble y vivir despreocupado. El mantenimiento, los impuestos que corran a cargo del propietario, y un largo etcétera de cosas, serán tu responsabilidad.
En este artículo, te contamos todo lo que debes saber sobre este modelo de inversión que despierta tanto interés: qué tener en cuenta, cuáles son sus ventajas y algunos consejos clave.
¿Qué debo hacer para vivir de las rentas?
No es algo que se consiga de la noche a la mañana. Se necesita planificación, una inversión inicial y una estrategia a largo plazo. Repetimos que esto no es una solución inmediata que te arregle la vida de un día para otro.
Hablemos de estos 3 pasos:
- Planificación: Debemos informarnos sobre cómo funciona el mercado inmobiliario y en qué estado se encuentra, tanto a nivel general como a nivel local, dado que ambas cosas nos influyen.
- La inversión inicial: Invertir en propiedades requiere un ahorro previo, especialmente para poder dar la entrada, sobre todo. Por norma general, los bancos piden entre el 20% y el 30% del valor del inmueble. Por lo tanto, ahorrar para poder hacer frente a ese gasto es tu segunda prioridad.
- Plantear una estrategia a largo plazo: debemos buscar aquellas propiedades que nos ofrezcan un gran potencial de rentabilidad (gracias a su ubicación y el estado o las características más destacadas de la propiedad, por ejemplo). Una vez demos con ella, con tal de financiarla (dado que lo más probable es que no paguemos al contado) debemos buscar la mejor opción hipotecaria para sacarle la máxima rentabilidad a nuestra inversión.
¿Qué debo tener en cuenta para invertir en el sector inmobiliario?
Hay algunos aspectos fundamentales que debes considerar antes de lanzarte al mundo de la inversión inmobiliaria:
- Lo primero de todo es la ubicación de la propiedad que queremos adquirir. Este es el factor más relevante porque determinará la demanda que tenga el alquiler de dicha vivienda. Es interesante buscar por zonas en las que haya un cierto desarrollo económico, amplia variedad de servicios y que esté muy bien comunicada.
- Analizar la fase del mercado inmobiliario resulta imprescindible, ya que este sector opera en ciclos de expansión y contracción. Si sabemos determinar en qué fase está actualmente el mercado, informados por profesionales, podremos saber si es o no es un buen momento para comprar.
- Definir la tipología de la propiedad es otro punto relevante, ya que no todas ofrecen la misma rentabilidad ni implican el mismo nivel de riesgo. Por ejemplo, no tienen la misma rentabilidad ni presentan el mismo riesgo una oficina, una casa o un loft.
- Comprender las regulaciones locales no debe pasarse por alto, ya que en cada localidad hay unas reglas determinadas y es importante que las conozcas para estar bien informado de qué reglamentos deberás acatar, para poder evitar problemas legales.
Las ventajas de vivir de las rentas
Podemos destacar 4 principales pros a este tipo de ingresos:
- Podrás tener unos ingresos pasivos: como hemos dicho al principio, esta idea es la más atractiva para todos, poder gozar de ingresos que no obtienes de un trabajo directo. Esto es todavía más cierto si recurres a un administrador para manejar tus propiedades.
- Tendrás cierta protección frente a la inflación: como los precios del alquiler se gradúan en función de la inflación, tu propiedad te dará más rentas con el tiempo.
- Podrás diversificar tus ingresos: no dependerás de una única fuente de ingresos, lo que da mayor estabilidad financiera y reduce el riesgo, porque no tienes todos los huevos en la misma cesta.
- El capital se apreciará: con el tiempo, las propiedades incrementan su valor.
La realidad es que vivir de las rentas requiere trabajo y dedicación, como hemos explicado. Sin embargo, para quienes estén dispuestos a informarse, ahorrar, diseñar un plan estratégico y ser perseverantes, los resultados pueden ser muy beneficiosos. Si todo sale bien, lograrás ingresos pasivos (ganancias que provienen de una inversión sin tener que trabajar de forma activa en ello) que te brindarán una espléndida seguridad financiera a largo plazo, tanto para ti como para tu familia.