Antes de la crisis económica de 2008 la construcción experimentó un crecimiento exponencial, con un montón de nuevas promociones inmobiliarias. En ese momento, las profesiones como paleta u obrero, estaban cada vez más demandadas, y ofrecían sueldos muy competitivos. En la actualidad, todo ha cambiado y queremos explicarte cuáles son los principales desafíos del sector de la construcción en España y a qué retos se enfrenta.
Índice del artículo
La crisis económica pinchó de manera fulminante la burbuja de la construcción en España, pero pocos años después el sector volvió a experimentar un crecimiento sostenido en el
a) Regulación y burocracia
Sea obra pública o privada, el sector de la construcción se ve supeditado al entramado de regulaciones, tanto estatales como autonómicas, y la burocracia que lleva asociada. Los proyectos requieren de aprobaciones por parte de las administraciones, así como permisos y licencias. Todo ello puede ralentizar los plazos de ejecución de las promociones y incrementar los costes y la demanda de materiales.
b) Incremento de los costos de materiales
El precio de dichos materiales es un elemento muy importante a tener en cuenta, y más viviendo en un mundo con constantes alteraciones geopolíticas, como guerras, cambios de gobierno o subidas de los tipos de interés. Por ejemplo, las interrupciones en la cadena de suministro provocadas por conflictos bélicos han encarecido significativamente productos como el acero, el cemento y la madera. Todo ello puede incrementar el precio final y hasta paralizar algunos proyectos.
c) Sostenibilidad y eficiencia energética
Vivimos un momento en que el cambio climático se ha convertido en una emergencia imperante, y esto también se ve reflejado en la sensibilidad colectiva. Un reflejo de todo ello es la presión para construir de manera más sostenible y eficiente energéticamente. Las normativas europeas y nacionales exigen la adopción de prácticas de construcción verde y la reducción de la huella de carbono.
La falta de profesionales cualificados es uno de los mayores desafíos que enfrentan las empresas en España, y la industria de la construcción en España no es una excepción. Esta escasez tiene varias causas:
a)Desajuste educativo
Muchas personas optan por la formación universitaria, en vez de grados medios específicos orientados a sectores como la construcción. Si hablamos de estudios superiores, los temarios tampoco se ajustan a la realidad del mercado ni se potencian las sinergias entre estudiantes y mundo laboral.
b)Envejecimiento de la mano de obra
España cada vez tiene una población más envejecida. Esto afecta, especialmente, en los puestos que demandan más fuerza física o resistencia, como la construcción. Muchos trabajadores cualificados se están jubilando, y no hay suficientes jóvenes dispuestos a coger el relevo.
c)Sector poco atractivo
Los nuevos puestos de trabajo relacionados con el sector servicios o la digitalización han provocado un cambio de paradigma y pensamiento de los más jóvenes, que prefieren estos empleos antes que ponerse a trabajar en una obra.
Soluciones potenciales:
Fomento de la formación y educación: para abordar la falta de profesionales, es crucial fomentar la formación y la educación en el sector. Esto puede implicar:
Actualización de los programas educativos: Alinear los currículos de formación profesional y universitaria con las necesidades del mercado laboral. Incluir más formación práctica y técnicas modernas de construcción.
Incentivos para los estudiantes: Ofrecer becas, ayudas económicas y programas de prácticas para atraer a más jóvenes a estudiar carreras relacionadas con la construcción.
Ante este panorama poco alentador, existen oportunidades de mejora que pueden ayudar a revitalizar el sector de la construcción en España, y hacerlo más atractivo para nuevos talentos. Vamos a exponer algunas posibles medidas:
La industria de la construcción en España se enfrenta a numerosos retos, pero podemos darles la vuelta para convertirlos en oportunidades de futuro. Es el momento de poner en valor un sector imprescindible en la economía de un país, y hacerlo atractivo a los ojos de las generaciones más jóvenes.
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