Hoy te traemos algunas ideas para una noche terroríficamente divertida en familia o con amigos.
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A día de hoy, y desde hace ya varios años, Halloween se ha convertido en una tradición en nuestro país y alrededor del mundo, a pesar de que no tiene su origen en España, gracias a la infinidad de películas que Hollywood ha generado año tras año.
Para encontrar el origen de esta festividad, tenemos que remontarnos a las creencias romanas celtas y paganas que se celebraban con motivo del fin de las cosechas y para rememorar a los muertos, como el Samhain. Por ese motivo, la iconografía de Halloween es una mezcla de esqueletos, calaveras y (en resumen) difuntos, junto con las emblemáticas calabazas, que son las hortalizas que nos brinda el otoño.
La fecha en la que se celebraba esta festividad celta coincidía con el solsticio de otoño y se creía que los difuntos andaban entre los vivos.
Cuando cientos de miles de irlandeses emigraron a Estados Unidos a finales del siglo XIX e inicios del XX, empezaron a celebrar esta festividad tan característica de su tradición y,
Si ya tienes claro que vas a celebrar Halloween en casa este año ¡Decorar tu casa para la noche de los muertos puede ser una actividad super divertida en familia! Algunas ideas sencillas para que puedas convertir tu vivienda en un pasaje del terror (sin dar demasiado susto, para que sea apto para todos):
Una receta muy sencilla y que le encantará a los más pequeños de la familia son los sombreros de bruja. ¿Cómo se hacen? Te lo detallamos:
Los ingredientes que necesitas:
Primero, hay que hacer la masa de las galletas mezclando todos los ingredientes de la lista hasta lograr tener una masa homogénea, le damos forma de bola y la dejamos reposar en la nevera 30 minutos, cubriéndola con un film. Una vez haya pasado ese rato, hacemos pequeñas bolitas a partir de esa masa y las chafamos un poco para darles forma de cookie, colocándolas en una bandeja de horno. Lo metemos al horno aproximadamente 10 min a 180º, hasta que tengan un color doradito.
Derretimos chocolate negro en un bol y nos servimos de un cuchillo para pintar una cara de la galleta con el chocolate derretido.
Ahora viene una de las partes más divertidas: rellenamos los conos de helado con nuestras chuches favoritas (obviamente si son pequeñitas, mejor, porque el cono no es muy grande). Entonces unimos el cono ya relleno de chuches con la galleta y blindamos vertiendo chocolate derretido encima del cono. Con unas lenguas verdes decoramos el cono para que parezca un sombrero ¡y ya lo tenemos!
¡Esperamos que con estas ideas disfrutes de un Halloween terroríficamente divertido!
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