Con motivo del día internacional de la mujer, hoy queremos destacar las arquitectas que dejaron su huella en la historia de este arte y cuyos nombres deberían ser más conocidos por el público general. Gracias a la emergencia de iniciativas a nivel institucional para poner en valor el papel de las mujeres en este sector, cada vez crece más y más la arquitectura firmada y liderada por mujeres.
Las 9 mejores mujeres arquitectas de la historia
- Zaha Hadid, la más famosa: Esta arquitecta británica nacida en Irak se convirtió en la primera mujer en
ganar el premio Pritzker en 2004 y fue, a pesar de su prematura muerte a los 65 años, una de las más exitosas arquitectas de la historia que nos legó obras tan impresionantes como la Ópera de Cantón, el Centro Acuático de Londres, la Torre de Innovación Jockey Club en Hong Kong o el Centro Heydar Aliyev en Azerbaiyán.
La forma orgánica de sus creaciones le ganó el apoyo de la crítica y la ha convertido en un auténtico icono. - Jane Drew: arquitectura durante la guerra. Una de las principales impulsoras del movimiento moderno en el Reino Unido, esta arquitecta británica fundó durante la Segunda Guerra Mundial un estudio que, en sus inicios, estaba íntegramente compuesto de mujeres y con el que abordó la construcción de 11.000 refugios antiaéreos infantiles en Hackney.
- Marion Mahoni Griffin: una de las primeras arquitectas licenciadas. Fue una de las primeras mujeres en graduarse como arquitecta estadounidense y una proyectista excelente que trabajó con Frank Lloyd Wright.
- Lina Bo Bardi: un referente de la arquitectura brasileña del siglo XX. Nació en Roma en 1914, pero se asentó en Brasil en el 46 donde fundó y dirigió un museo en el que confluían el diseño tradicional y popular con la vanguardia. Algunos de sus edificios más representativos son su residencia habitual, conocida como la Casa de Vidrio de Sao Paulo y la sede del Museo de arte de la ciudad brasileña.
- Kazuo Sejima: ampliamente galardonada. También ganadora del premio Pritzker, acumula más de 15 premios de renombre y es una representante de la arquitectura diagramática, basada en la horizontalidad, la desaparición del muro, la presencia del jardín y la multifuncionalidad.
- Norma Merrick Skalerk: una afroamericana que rompió las barreras. Fue la encargada de hacer la embajada norteamericana en Tokyo y el San Bernardino City Hall y el Fox Plaza, pero el hito por el que es más recordada es por haberse convertido en la primera mujer negra en ser elegida miembro del Instituto Americano de Arquitectos y la primera también en fundar su propio estudio. A su vez, se encargó de contratar al mayor número de mujeres en plantilla de todo el país, de modo que su estudio se convirtió en el que contaba con el mayor personal femenino de todo EEUU.
- Florence Knoll: pionera de la oficina moderna. Considerada como la mayor influyente en el desarrollo de los diseños de interiores de la segunda mitad del siglo XX. Su biógrafo destacaba que “fue la gran colaboradora de arquitectos, diseñadores y escultores”, tal y como recogía El País en el artículo que le dedicó tras su muerte en 2019.
Se le atribuye el haber configurado la oficina tal y como la conocemos actualmente porque su idea del “total look” propulsaba los espacios de trabajo abiertos donde pudieran confluir los muebles, la iluminación, colores brillantes, sillas de un diseño original y así todos estos elementos pudiesen formar parte de un todo. - Matilde Ucelay: una de las primeras arquitectas españolas. Ucelay fue la primera arquitecta española titulada y ganadora del Premio Nacional de Arquitectura en España en 2004. Tuvo una carrera marcadamente prolífica, aunque hasta 1945 no firmó las obras que realizaba.
- Denise Scott Brown: icono del modernismo. Al huir de las tendencias más minimalistas del movimiento del modernismo y añadiendo, en su lugar, elementos que aportaran multiculturalismo a sus obras, se convirtió en un icono del modernismo arquitectónico.
Una perspectiva de futuro prometedora
Esta profesión ha estado dominada por los hombres y ha sido una larga y ardua tarea para las arquitectas más destacadas hacerse un hueco en el sector y lograr que su apellido tenga el mismo eco del que gozan los de sus colegas varones.
Afortunadamente, si bien es cierto que hace décadas y ya desde el siglo pasado, el acceso de las mujeres a esta disciplina estaba más restringido, por suerte, hoy en día las cosas han cambiado y continúan cambiando a diario. Gracias a una cobertura mediática cada vez más exhaustiva y gracias también al gran número de arquitectas premiadas en los galardones más distinguidos, ellas también logran ocupar el puesto que merecen.
