Nuestras vidas pueden exigirnos mucha energía, desde largas jornadas laborales hasta el cuidado de nuestros hijos, pasando por infinidad de tareas de las que hay que hacerse cargo día a día. Precisamente por esto, es de vital importancia que aprendamos a descansar adecuadamente tanto de noche como durante el día. ¿Cómo hay
que descansar durante el día? Muchos estudios recientes apuntan a que la siesta es clave para nuestra salud. Sin ir más lejos, un estudio de University College de Londres demostró que las personas que duermen una siesta de menos de 30 minutos tienen un cerebro más grande y más sano, retrasando su envejecimiento entre 3 y 6 años.
¿Qué ventajas tienen las siestas para nuestra salud?
Como decíamos, los científicos han podido comprobar que la siesta tiene enormes beneficios para nuestra salud a largo plazo. Sin embargo, también tiene grandes ventajas que podremos percibir en nuestra vida diaria:
- Reduce la fatiga y el estrés: no dormir lo suficiente incrementa el cortisol. Por el contrario, dormir permite estimular nuestro sistema inmunológico, apaciguando los niveles de estrés.
- Mejora nuestro estado de ánimo: dormir segrega serotonina que, a su vez, regula nuestro humor, de modo que sentiremos un mayor bienestar si priorizamos nuestro descanso.
- Incrementa nuestra concentración: esto se debe a que el sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y libera espacio para nuevos datos.
- Mejora nuestra productividad
- Fomenta la relajación
- Mejora la consolidación de la memoria
- Mejora nuestro sistema inmunitario y la función celular
No obstante, es importante subrayar que la siesta también puede tener algunas desventajas para ciertas personas, aunque son solo dos y una de ellas es muy evitable:
- Despertarte con una sensación de somnolencia y aturdimiento.
- Si la siesta es demasiado larga, puede afectar tu capacidad de conciliar el sueño por la noche. En el caso de que tengas insomnio o, por norma general, duermas mal durante la noche, puede que hacer una siesta no sea lo más recomendable, dado que podría interferir con tu descanso nocturno.
Según la Fundación Española del corazón, 6 de cada 10 españoles no duermen la siesta, lo cual es una lástima teniendo en cuenta los contrastados beneficios que tiene para nuestra salud.
La mejor forma de dormir una siesta
- A primera hora de la tarde. Aunque, lógicamente, esto dependerá de tu horario laboral y de tus compromisos, pero como norma general, es la mejor hora, porque no está demasiado cerca de la hora de dormir como para interferir en tu sueño nocturno. Ocurre como con el café: después de las 4pm, puede distorsionar tus hábitos de sueño. Hay varios estudios que dan fe de que el periodo de mayor somnolencia está precisamente en esa horquilla horaria. Además, los ritmos circadianos descienden entre las tres y las cinco de la tarde.
- En un ambiente de descanso relajante: en un espacio con una temperatura adecuada, suficientemente oscuro para que puedas conciliar el sueño, donde haya silencio. Es recomendable que en lugar de dormir la siesta en la cama lo hagas en el sofá o en una butaca, por dos motivos: por un lado, porque así evitarás estar tan cómodo que te costará despertarte y, por otro lado, porque como habrás comido, será más adecuado para tu digestión no estar totalmente tumbado.
- La siesta debe ser corta: lo ideal es que dure entre 10 y 20 minutos, no más.
- Ponte una alarma para asegurarte de que no te pasas durmiendo demasiado tiempo. También es recomendable que dicha alarma sea suave, que suba el volumen paulatinamente para que tu despertar no sea abrupto.
En una vivienda de obra nueva como las de Marina Living, compuesta por 89 apartamentos en el puerto de Badalona, puedes echarte la siesta en el sofá de tu salón comedor, con vistas al mar. El relajante sonido de las olas puede ser tu aliado para descansar un poco, ¡y así recargar pilas para la segunda mitad del día!
Estas viviendas con garaje y trastero, disponen de un diseño open concept que deja paso a que la luz natural bañe tu hogar, pero siempre puedes bajar persianas para que el ambiente sea propicio para tu siesta.
Puede que pienses que las siestas no son lo tuyo, pero es uno hábito saludable más que puedes añadir a tu vida y que te aportará beneficios. No olvidemos que las siestas son súper beneficiosas para bebés, niños e incluso adolescentes (puede cambiarles radicalmente el humor si se ven privados de su siesta) así que no es extraño que también tenga efectos sobre la salud física y mental de un adulto.