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El otoño ha llegado y con él se acerca el momento en que dejamos de pasar nuestras horas libres fuera de casa para aprovechar el buen tiempo y nos quedamos en casa viendo una serie, película o leyendo un buen libro porque el frío empieza a dejarse ver. Es entonces en esta época cuando es común guardar y limpiar todos aquellos objetos o elementos de la temporada estival que no vamos a necesitar hasta el año próximo. Así pues, es un buen momento para renovar las energías de tu hogar gracias al feng shui. Esta técnica tiene la finalidad de eliminar la densidad que pueda haber adquirido los espacios de nuestra casa, y como decíamos siempre son recomendables tanto en períodos de cambio como para cerrar etapas o ciclos y de este modo ayudar a impulsar nuevos proyectos.
El feng shui es una forma de geomancia desarrollada en China y un sistema filosófico de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan. Originalmente era una forma de conocimiento que estudiaba los cambios que ocurren en la naturaleza, el clima y los astros.
Las siete reglas fundamentales que siguen los principios del feng shui y que hay que cumplir para poder limpiar un ambiente son:
Revisar el correcto funcionamiento y buen estado tanto de las instalaciones como de los objetos, y reparar todo aquello que esté roto o estropeado.
Nuestros objetos deben estar lo más cerca posible de la habitación a la que pertenecen, o en términos del feng shui, un lugar que tenga una energía similar. Por ejemplo, sería positivo guardar una sombrilla de playa en el trastero, en cambio no lo sería dejarla en el recibidor o en la habitación.
Tener un trastero es lo idóneo para cumplir el feng shui correctamente. Las habitaciones que utilizamos como trastero no son nada recomendables. Las estancias que utilizamos como almacén llenan de energía estancada todos los objetos que guardemos allí. Recomendamos, por tanto, que esa habitación que no utilizas la conviertas en un espacio que te pueda ser útil para ocio, relajación, zona de plancha o de juegos. Esta solución tiene muchas ventajas ya que además de revitalizar la energía, ganarás espacio útil en casa.
Si almacenamos objetos en la habitación o debajo de la cama, estos deben estar limpios y ordenados. Lo ideal sería guardar sábanas, edredones, colchas y no otras cosas. No es recomendable guardar zapatos, maletas ni aparatos eléctricos, ya que no son objetos que tengan relación con el tipo de energía propia de un dormitorio.
La limpieza de energía negativa relacionada con la filosofía feng shui debe ir siempre acompañada, por supuesto, de una limpieza física y profunda. Se debe empezar de dentro a fuera, es decir, altillos y armarios primero y hasta la superficie.
Para esta renovación de energías es recomendable involucrar a todos los miembros de tu familia que formen parte a diario de la rutina del hogar. Cada uno debe revisar y sus objetos personales.
Además de la limpieza común, también debemos realizar una limpieza etérea. Cuando ya se hayan reorganizado los objetos y esté todo limpio y ordenado, procederemos a encender incienso para terminar. El incienso, al ser etéreo, limpia todo aquello invisible. Hay muchos tipos de esencias para todos los gustos, aunque las recomendables son: el sándalo, la mirra o el romero. Y finalmente, deberemos abrir las ventanas y puertas para renovar energías y dejar entrar las vibraciones positivas a nuestro hogar y así empezar la nueva etapa con buen pie.
Como dice uno de los lemas de la filosofía feng shui: si cuidas de tu casa, tu casa cuidará de ti.
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