Con el fin de ayudarte a evitar los errores más comunes al hacer una reforma, hemos elaborado un listado que te será muy útil. ¿Tienes papel y boli? ¡Pues toma nota para afrontar la reforma de la mejor manera posible!
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¿Por qué es tan importante evitar errores a la hora de emprender una reforma de vivienda?
Reducir al mínimo el margen de error a la hora de hacer una reforma de vivienda es fundamental para que todo salga según lo previsto. A pesar de ello, los problemas siempre pueden surgir y es precisamente por eso, por lo que tienes que cuidar al máximo cada detalle. De lo contrario el precio de la reforma puede salir mucho más caro de los previsto y puedes perder una gran cantidad de tiempo.
Estos son algunas de las recomendaciones que desde Stoneweg Living te animamos a llevar a cabo:
No te precipites con la reforma
Ya no solo en cada una de las etapas de una reforma y en sus múltiples detalles, sino ya en el mero hecho de elegir el momento idóneo para llevarla a cabo. ¡Es primordial vivir un tiempo en tu vivienda antes de tomar la decisión de ponerte a tirar paredes y levantar el suelo! Porque solo después de un tiempo prudencial, viviendo ahí día tras día, podrás apreciar qué puede mejorarse y qué vale la pena no tocar porque ya está bien como está. Por descontado, tampoco conviene precipitarse en otros momentos de tu reforma, porque las prisas no son buenas consejeras. No te quedes con la primera propuesta de presupuesto, ni con el primer material que veas por la pereza de seguir buscando el que realmente necesitas, y lo mismo con todo lo demás. El mantra tiene que ser: Las cosas o se hacen bien o no se hacen.
No establecer un presupuesto adecuado
Es decir, que no se ajuste a lo que realmente vas a necesitar desembolsar para llevar a cabo la reforma que tienes pensada. Por otro lado, es muy recomendable tener alguna partida destinada a cubrir posibles (y más que probables) imprevistos. Las cosas no saldrán exactamente como tienes pensado, pero si te has adelantado a esa tesitura, no se convertirá en un gran problema porque tendrás los recursos para solucionarlo.
También es importante no gastar en exceso donde no hace falta. Es fácil dejarse llevar por la fiebre de la reforma y empezar a añadir cosas a ese carrito de compra pensando en lo digno de Pinterest que quedará tu nuevo hogar y lo cuqui que es esto, y lo otro. Pero procura centrarte en lo esencial, para lo demás siempre estarás a tiempo.
No disponer de los permisos necesarios de reforma
Si este aspecto te abruma y te agobia porque el papeleo no es lo tuyo, no te culpamos, es un trámite pesado. Pero eso no será una excusa válida si de repente tienes que presentar los permisos y no los tienes en orden. Por lo tanto, nuestro consejo es que delegues o externalices esa tarea si es necesario, pero no la dejes sin atender.
Funcionalidad por encima de apariencia
Lo más importante para tu día a día entre esas cuatro paredes no será tanto la forma que tengan o dejen de tener las cosas, por muy “a la moda” que puedan estar. Lo más relevante será lo útil y funcional que resulte para ti.
No complementar el diseño actual de tu vivienda
Obviamente no hace falta que repliques el estilo que ya presenta tu inmueble, de hecho, para eso estás haciendo reformas, porque quieres modificar ciertos elementos, pero no caigas en el error de adoptar nuevos estilos que no liguen con la esencia de tu hogar.
Obviar el movimiento que se genera en una estancia
Esto es particularmente importante en determinadas zonas de casa como, por ejemplo, la cocina o el baño. En la cocina se generan unas dinámicas diarias que no deben verse entorpecidas por el diseño que le hayamos dado a este espacio. Nos referimos al ir y venir de la mesa del desayuno a la nevera, del fregadero a la repisa,…puede que colocar una isla sea una idea fantástica para tu cocina o puede que sea una pretensión muy desacertada si no dispones de suficiente espacio como para darle un uso cómodo a esa isla.
Trabajar en demasiadas estancias a la vez
En el caso de que vayas a emprender una reforma de más de una habitación, quizás valga la pena hacerlas de una en uno, priorizando aquella en la que realmente vayas a pasar más tiempo primero, porque ahí es donde aplicarás la mayor parte de tu energía y creatividad.
No marcar un calendario
Esto es un error catastrófico tanto para tu bolsillo como para tu salud mental, porque los deadlines son algo muy necesario para el ser humano. Eso de “ir haciendo sobre la marcha” está muy bien para un domingo por la tarde sin compromisos, pero no para una reforma. Establece unas fechas para asegurarte de que estás avanzando más o menos a la velocidad que tenías prevista, para estar atento si se estancan determinadas partes de tu proyecto y para poder cerrar esta etapa de remodelar tu casa dentro de unos tiempos razonables. De lo contrario, cada día de más que exceda tus fechas (que previamente has marcado en función de lo que más te conviene, recuerda), se traducirá en más y más estrés.
En resumen
Estos son algunos de los fallos más comunes al hacer una reforma, pero como bien has visto, son evitables con tiempo y esfuerzo, dos ingredientes esenciales para cualquier reforma. Ahora sí, buena suerte y ánimo, ¡seguro que el resultado valdrá mucho la pena!