Las plantas son un precioso añadido a tu hogar o ático, porque le aportan vitalidad, luz, un toque de color y naturaleza muy deseado en medio de la gran urbe. Además, ¡está demostrado que tener plantas en casa aporta numerosos beneficios! Estos son algunos: mejoran nuestro estado de ánimo y reducen el estrés, depuran el aire porque son un filtro natural, favorecen nuestra salud del sueño, son absorbentes acústicos, etc. Estas son solo algunas de las muchas cosas positivas que nos aporta tener plantas dentro de casa.
Qué tener en cuenta para cuidar las plantas en el interior de la vivienda
Sin embargo, no todo el mundo está preparado para tener plantas en su vivienda. Hay a quien le cuesta bastante conseguir mantener con vida un cactus más de 2 semanas, así que hoy te traemos una guía para cuidar tus plantas interiores, los mejores tips y muchas plantas de interior que son de fácil cuidado, para que elijas las que más te gusten.
- El agua es la fuente de la vida. Cuando el sustrato esté seco es una clara indicación de que debemos regar la planta. Pero lo cierto es que hay que saber con cuánta frecuencia debemos regar cada planta para poder cuidarla adecuadamente. ¡Más abajo te lo concretamos para cada tipo de planta!
- La ubicación: cantidad de luz natural, humedad y temperatura. Una buena ubicación es uno de los factores o quizá el factor más determinante para la supervivencia de tus plantas de interior. En general, este tipo de plantas necesitan bastante luz, también en los meses de invierno. Por eso, es buena idea colocar las plantas cerca de una ventana o de una terraza.
- La mayoría de plantas interiores son de origen tropical, por lo que requieren ciertos niveles de humedad y una determinada temperatura: en invierno, que no baje de los 15º. En cuanto a la humedad, si vivimos en un lugar donde el clima es seco, debemos pulverizar las hojas con relativa frecuencia para compensar esa sequedad.
- El sustrato. Les funciona muy bien un sustrato ligero que drene bien, para evitar que se pudra la planta o se ahogue al regarla.
- La maceta. Relacionada con el punto anterior, es imprescindible que la maceta tenga agujeros en la base para que la planta pueda drenar el agua y así evitar que se quede toda encharcada. Si la riegas, asegúrate de vaciar el plato que tiene debajo unos 10 minutos después, para que no se quede el agua acumulada. También es buena idea trasplantar las plantas una o dos veces al año.
Cuidados de invierno y de verano en plantas interiores
Los meses más fríos y los más calurosos son, lógicamente los que pueden suponer un mayor reto para la supervivencia y prosperidad de tus plantas. Pero no te preocupes porque te resumimos cómo debes cuidar tus plantas en invierno y en verano:
- En invierno: no las coloques cerca de la calefacción.
- En verano: que no estén sobreexpuestas al sol, apórtale fertilizante al sustrato cuando lo riegues y asegúrate de que si te vas unos días, tengan un sistema de riego automático en tu ausencia.
Ejemplos de plantas interiores bonitas y fáciles de cuidar
- Poto: esta planta resistente solo necesita riego cada 10 días durante invierno y cada 5 en verano. Colócala en un lugar más bien alto porque crece mucho y rápido, pero hacia abajo.
- Pilea: es muy cute y solo debes tener en cuenta que es muy sensible al frío y que requiere poca exposición solar.
- Monstera: esta preciosa planta necesita espacio para poder crecer, pero no te dará dolores de cabeza porque en verano puedes regarla solo dos veces por semana y en invierno cada 15 días. Pulverízala para mantenerla hidratada.
- Hiedra: le va super bien el sol directo
- Ficus: lo mejor del ficus es que luce mucho, como si tuvieras un arbolito en casa, pero apenas requiere cuidados. Que tenga luz natural y que la tierra que rodea la raíz esté siempre hidratada, eso es lo más importante.
- Cinta: se trata de una planta tremendamente agradecida que necesita luz pero no directa y que le vale con 1 riego semanal en invierno y 2 o 3 veces por semana en verano.
- Aloe Vera: esta planta te servirá como elemento decorativo, pero también como recurso curativo, porque el aloe vera se usa mucho para la piel. Luz solar indirecta y dale agua solo cuando la tierra esté seca.
- Sanseviera: casi no tienes que cuidarla porque necesita muy poca agua, como un cactus.
- Bambú: es muy persistente y crece rápido.
Atrévete con otra planta a parte del cactus y ¡ábrele paso a la naturaleza en tu casa!