Es ciertamente complicado lograr tener un buen día si cuando llegas a casa todo está por en medio, porque no lograrás relajarte en el sofá si el caos se ha apoderado de tu hogar: los platos de la cena de la noche anterior todavía en la pica, la cama deshecha, la camisa para el día siguiente sin planchar, el cubo de la ropa sucia a rebosar, etc.
Por supuesto que no es sencillo compaginar la vida laboral con la familiar, pero con estos pequeños tips conseguirás limpiar la casa a tiempo y ordenarla sin mucho esfuerzo, pero sí con férrea disciplina.
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Tips para que sea un gran día en casa
Evita los atracones de limpieza
De la misma manera que por comer saludable durante unos días los niveles de colesterol en sangre no van a reducirse milagrosamente si no prolongas esos hábitos en el tiempo, tampoco tu casa va a mantenerse limpia durante toda la semana a pesar de que tu día libre lo hayas dedicado por completo a quitar el polvo, poner lavadoras, pasar la aspiradora, fregar, etc.
El truco, como en todo, está en la constancia, en los pequeños gestos del día a día con los que lograrás tomar el control de tu casa sin tener la sensación de que no tienes ningún respiro porque cuando no trabajas en la oficina, debes hacerlo en tu hogar.
Empieza por el principio: antes de salir por la puerta, la cama debe quedar hecha. Es algo que se hace en menos de dos minutos y que te aportará una gran sensación de bienestar. Dejar las sábanas revueltas y los cojines que la adornan por el suelo te mermará la moral cuando llegues agotado de una larga jornada en el trabajo, así que ponte firme con esta rutina que suma más que resta. Además, es aconsejable ventilar la habitación, así que mientras te aseas en el baño, abre las ventanas y deja que el aire fresco de la mañana invada tu hogar.
En este sentido, los grandes ventanales de las habitaciones de la promoción Enrique Granados, en Barcelona, serán una gran fuente de oxigenación. Se trata de una promoción de nueve pisos de más de ciento veinte metros cuadrados que gozan de una ubicación excelente, en el centro de l’Antiga Esquerra de l’Eixample, con lo que levantarte allí cada mañana y ver como los incipientes rayos del sol bañan tu habitación será el impulso que te faltaba para empezar con estas pequeñas rutinas que te conducirán del caos a la armonía.
Colocar cada cosa en su lugar
Ordenar no significa que a la vista todo esté despejado ¡No!, el verdadero orden va más allá, porque no vale disponer de cajones de sastre en los que ir acumulando objetos, ropa, cachivaches para que, en un primer vistazo, tu casa parezca recogida. Tú sabrás que no lo está y será un peso mental al que, más temprano que tarde, deberás sucumbir y, de nuevo, volverás a pasar tu día libre limpiando y ordenando cajones y armarios.
Si quieres, de verdad, tomar las riendas de tu vivienda haz que todo tenga su lugar, y si algo no lo tiene, asígnaselo, porque de esta manera sabrás siempre dónde colocarlo cuando se haya desordenado: los productos de limpieza y la tabla de planchar deben ir en el lavadero/aseo de que disponen los pisos.
No dejes los zapatos tirados en la entrada ni la ropa sucia por el suelo: si cuando cruces el umbral de la puerta, colocas el calzado en el zapatero y los abrigos y el bolso en el armario del recibidor, el descontrol no se apoderará de ti. Recuerda, los pequeños gestos son sinónimo de una gran victoria.
Las cocinas; el centro neurálgico de un hogar
Organizar una cocina pequeña o grande es fundamental, ya que alrededor de sus fogones transcurre la vida. Allí se pasan grandes cantidades de horas preparando desayunos románticos, elaborando prácticos batch cookings, o cocinando cenas suculentas para una noche de verano con amigos.
Son, en consecuencia, muy poco agradecidas, porque permanecen poco tiempo limpias con lo que el truco está en no dejar que la pereza te invada: antes de irte a dormir, los platos de la cena deben quedar fregados; la encimera, despejada y el suelo sin migas: coloca los cubiertos en el lavavajillas, pasa un paño por la superficie y barre, porque de esta manera lograrás que tu cocina se mantenga ordenada.
Repítete el mantra de, “si ensucias, límpialo” y podrás hacer de tu hogar un verdadero santuario en el que sentirte a gusto y en paz. Así que no lo olvides y si algún día flaqueas recuerda que el orden exterior conduce al sosiego interior.