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En un mundo tan hiperconectado, frenético y que nos mantiene constantemente expuestos a todo cuanto nos rodea, esté cerca o lejos, este tipo de organizaciones residenciales son una excelente oportunidad para quienes anhelen un poco de tranquilidad y, nunca mejor dicho, vivir en su propia burbuja, pero sin que esto implique estar aislados del resto de la sociedad, por supuesto.
Por más que, a día de hoy, esta tipología de vivienda nos parezca una cosa de la modernidad, nada más lejos de la verdad: las urbanizaciones privadas, aunque no se denominaran así, existen desde hace mil años, en lugares como China y también México desde la conquista española, particularmente de los Incas. De este modo, convivían varias generaciones de familias y, al estar flanqueadas por muros, delimitaban una unidad social, una comunidad. Según numerosos estudios, hubo un boom global en las gated communities (término anglosajón para designar este tipo de complejos residenciales) tras la Segunda Guerra Mundial y sigue creciendo la cantidad de personas que se inclinan por escogerlas.
Evidentemente, las circunstancias han cambiado radicalmente en todos los aspectos posibles desde aquella lejana época que hemos evocado. De modo que, en la actualidad, ¿Qué motiva a los residentes a vivir en este tipo de inmueble?
Dado que acostumbran a estar dotadas de una entrada y salida controladas, aportan una mayor sensación de seguridad a sus residentes. En el caso de Fuensanta Residencial, nuestra promoción de obra nueva en Madrid, la urbanización interior está cerrada, con garita de control de acceso en la entrada principal, además de contar con videoportero.
Indudablemente reforzado por las instalaciones que acostumbran a ofrecer, este tipo de complejos proporcionan a quienes viven allí una sensación de comunidad que un piso en la ciudad o una casa apartada de todo no te da. En Fuensanta Residencial, compuesta por 98 desde los 60 metros cuadrados, hay una piscina comunitaria con pavimentos adecuados y vestuario; amplias zonas comunes, entre ellas una para que los niños jueguen en un entorno seguro y controlado; zonas verdes con mobiliario urbano e incluso un aparcamiento para bicicletas, ¡Así que sería facilísimo organizar alguna escapadita en bici con tus vecinos!
Este es uno de los grandes atractivos de las urbanizaciones privadas, dado que, si uno se inclina por estar en ese tipo domicilio, es precisamente para no convivir con el ajetreo de las grandes ciudades.
Ubicada en Móstoles, una ciudad a tan solo 30 minutos de la capital que dispone de toda clase de servicios, excelentes comunicaciones por transporte privado y público, Fuensanta Residencial puede presumir de estar en una zona muy tranquila. Ya no es solo un imán para familias con hijos, también lo es cada vez más para jóvenes que aprecian tenerlo todo al alcance, pero también tener su propio espacio y la oportunidad de escaparse fácilmente a dar un paseo en el parque o lo que les apetezca. Sin ir más lejos, por la misma zona donde están estos pisos de obra nueva en Madrid, hay varios centros comerciales, un polideportivo, colegios, restaurantes…
Los apartamentos de Fuensanta de 2, 3 y 4 dormitorios cuyos precios parten de los 215.000 euros, son una alternativa más asequible sin prescindir de todas las calidades que tu y los tuyos merecéis. Esta calidad pasa, entre otras cosas, por una instalación de calefacción que se regula mediante crono-termostato individual programable y con conexión WIFI en el salón.
Además, la promoción está dotada de certificación energética B, de modo que reduce el consumo en casi un 50% respecto al hogar medio español.
En lo que se refiere a la propia construcción de la vivienda, destacar que el pavimento de los portales se ha realizado con piedra natural y la puerta del garaje tiene un dispositivo anti aplastamiento.
Si bien hace unos años, vivir en una urbanización privada parecía ser algo al alcance de una selecta minoría, de un tiempo a esta parte el sector inmobiliario ha apostado con firmeza por este tipo de residencia y se ha extendido mucho, sin ser ya necesariamente sinónimo de lujo, aunque sigue teniendo un fuerte componente de excelencia diferencial por todo lo que proporciona. Para muchos jóvenes, vivir en un municipio como Móstoles, tan bien conectado con la capital, pero, a la vez, alejado de su frenético día a día, es una opción excelente. A esto cabe añadir que en esta zona uno puede encontrar todo lo que necesite sin tener que desplazarse necesariamente a Madrid, además de ofrecer un ambiente más tranquilo a sus residentes.
En una promoción tan bien pensada como Fuensanta, podrás desplazarte a Madrid siempre que quieras o te sea necesario, en tren, bus o con vehículo propio, sin tener que preocuparte por dónde aparcarás el coche al regresar a casa. ¡Una de las pequeñas grandes ventajas de vivir en esta magnífica propuesta de Stoneweg Living!
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