La comunidad científica nos advierte que la acción del hombre tiene un impacto directo y negativo en el medioambiente. La lucha contra el cambio climático y las diferentes acciones para reducir, e incluso revertir, la huella humana de los últimos siglos en la Tierra toma cada vez más fuerza. Y es que la conciencia por el respeto a la naturaleza debe seguir creciendo. Es por ello que cada vez más apostamos por energía renovables, medios de transporte más verdes o por viviendas más sostenibles. Pero ¿cómo debe ser una vivienda sostenible?
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¿Qué es una vivienda sostenible?
Una vivienda sostenible es aquella que minimiza al máximo su impacto en el medio ambiente. Y, por lo tanto, que optimiza al máximo los recursos y materiales a lo largo de su vida útil, desde la construcción hasta su consumo diario. Esto implica no solo construir una casa con materiales sostenibles o reciclados, sino también minimizar el impacto en el medio que le rodea y su consumo energético diario sea lo más independientemente posible.
Características de una vivienda sustentable
Una vivienda respetuosa con el medioambiente debe cumplir con algunas condiciones. Si estamos pensando en la compra de un nuevo hogar, estos son algunos de los aspectos que deberemos tener en cuenta:
Ubicación
Esta no es una cuestión baladí. Su orientación es clave para ser sostenible y aprovechar al máximo las condiciones naturales del entorno como es la luz natural o el agua. De la misma manera, también tiene que tener en cuenta las condiciones climáticas como el viento, lluvia y temperatura, para aplicar estrategias de la arquitectura pasiva para aprovechar eficazmente los recursos.
Además, debe estar ubicado en una zona ya desarrollada. En otras palabras, que servicios de primera necesidad como farmacias, supermercados, colegios y centros de salud estén los suficientemente próximos para evitar el uso del coche o motocicleta.
Los materiales utilizados en la construcción
La utilización de materias primas ecológicas o recicladas es clave es fundamental en los pisos sostenibes. Así como, prestar atención a los lugares donde se puede perder energía como ventanas o puertas. El aislamiento térmico, también, es un paso fundamental durante su construcción, ya que una mala utilización de materiales puede afectar a las fuentes de energía y habitabilidad más adelante.
Fuentes de energía
Debería ser una vivienda donde se optimice el consumo de energía y que, además, esta sea verde. Una de las fuentes de energía más usadas son las placas fotovoltaicas o energía solar. Pero existen otros sistemas como la aerotermia o la biomasa que hacen que nuestro hogar sea más sostenible.
Habitabilidad
La instalación de electrodomésticos con etiqueta energética, iluminación de bajo consumo (luces LED, certificación leed, etc…) Son algunos de los factores de habitabilidad que pueden hacer de tu hogar una vivienda sostenible.
Sin embargo, dentro de este apartado, también destacamos la domótica, un concepto en auge en estos últimos años. Consiste en un conjunto de sistemas y tecnologías capaces de automatizar una vivienda, mediante la gestión inteligente de la energía, iluminación, seguridad y otros elementos del hogar, con la finalidad de proporcionar seguridad, bienestar y confort.
Viviendas más amigables
A pesar de que nuestro imaginario suele situar una casa sostenible en medio de la montaña, lo cierto es que en plena ciudad encontramos viviendas eficientes y amigables con el medio ambiente. Por ejemplo, para conseguir edificios eficientes, Stoneweg Living apuesta por diferentes energías como la aerotermia o fotovoltaica, por construcciones de alta eficiencia, aislamientos y cerramientos eficaces, así como el máximo el aprovechamiento de la luz natural en casa o distribuciones inteligentes que optimizan el control de la temperatura. Esto explica la gran cantidad de promociones de Stoneweg Living que poseen el sello Breeam o certificado energético A.
El sello Breeam para viviendas sostenibles
El certificado internacional Breeam promueve la construcción sostenible de edificios respetuosos con el medioambiente. Una de las promociones que aspira a este prestigioso certificado energético de edificios es Velaya, una exclusiva promoción de 38 viviendas, situada en Estepona, la Costa del Sol.
Con una ubicación envidiable en primera línea de playa, su arquitectura destaca por la calidad de sus acabados, la exclusividad de sus diseños y envidiable situación en primera línea de mar. Piscina y zona de juegos para niños, jacuzzi, amplias zonas ajardinadas, cocina al aire libre con barbacoa, pista de tenis, pista de paddle y gimnasio son algunas de sus ventajas. Unas ventajas que se suman a su envidiable ubicación y la gran cantidad de luz natural que baña cada una de sus estancias.
Eficiencia energética
El certificado energético A, que es la máxima calificación de eficiencia energética que se le puede otorgar a una vivienda y que significa que el gasto de ese hogar es prácticamente nulo. Marina Living, es una de esas promociones. Situada en Badalona, en la zona metropolitana de Barcelona, está compuesta por 89 apartamentos con vistas al mar. Amplias terrazas, piscina y jardines comunitarios, portero, garaje y trastero son algunas de sus características. Pero quizás su encanto, además de su proximidad con el mar, reside en la luz natural mediterránea que baña sus estancias, la calidad de sus acabados, su cuidadosa distribución interna. Pero otros detalles también la hacen sostenible, como el aire acondicionado de aerotermia, el garaje con ventilación natural o la luminaria de bajo consumo y con detectores de presencia de las zonas comunes.
¿Qué ventajas tiene comprar una vivienda sostenible?
Los beneficios son muchos y se traducen también en una mejor calidad de vida para sus habitantes, pues estos hogares permiten:
- Una temperatura estable durante todo el año,
- Una reducción del consumo energético, tanto por su aislamiento como por el uso de energías verdes.
- Una mayor calidad del aire, al pensar en una buena ventilación y el uso de materiales más sostenibles.
- Una mejor habitabilidad al promover la entrada de luz natural y una mejor distribución que beneficia nuestra salud física, emocional y mental, además de reducir el consumo de electricidad.
Además, el hecho de que estas viviendas reduzcan la huella ambiental, se convierte en una valiosa inversión de futuro. Porque, aunque a los costes iniciales de construcción pueden ser más elevados que los de una vivienda tradicional, a largo plazo, es una inversión que se recuperará con unos bajos costes de mantenimiento y el ahorro energético.
