Según datos oficiales, el 32% de la energía de nuestro país se consume en los edificios: edificios en los que vivimos y trabajamos; espacios en los que nos pasamos horas y días enteros. Teniendo en cuenta el precio de la luz está por las nubes y que, si el Gobierno no pone freno a esta subida imparable tendremos que pagar facturas muy altas de consumo de luz, te vamos a dar algunos consejos para ahorrarte dinero.
Para empezar, si realmente quieres empezar a pagar menos, primero debes aprender a leer e interpretar la factura adecuadamente. En segundo lugar, debes ser consciente que para ahorrar hay dos factores clave que puedes modificar:
- Hábitos de consumo y de vida, que condicionan la factura, incrementando o rebajando el consumo energético.
- Factores externos y aspectos técnicos propios de la construcción del edificio que pueden encarecer tu factura si no son los adecuados.
Ambos se pueden detectar a tiempo y mejorar.
Índice del artículo
¿Qué hábitos y costumbres puedes cambiar para ahorrarte dinero en la factura?
1. Aislar adecuadamente ventanas y puertas.
Un aislamiento apropiado con cerramientos bien ajustados te protege de las inclemencias del frío y del calor.
2. Aprovechar al máximo las horas de luz solar natural.
Siempre es mejor para el cuerpo y para la mente la luz del sol que cualquier otra. Intenta levantarte con la salida del sol y acostarte poco después de su caída. Es decir, adáptate al máximo al horario de los países centroeuropeos.
3. Sustituye las bombillas clásicas por bombillas led.
Consumen mucho menos y por lo tanto gastan mucho menos.
4. Dale a cada habitación la luz que le va mejor.
Si un espacio está iluminado con la luz adecuada, derrocharás menos energía. Iluminación cálida o fría según la actividad que vayas a realizar. Si descansas o quieres confort, luz cálida. Si buscas trabajar, realizar alguna actividad concreta que requiere concentración, opta por la luz fría.
5. Compra electrodomésticos con el sello oficial de calificación de eficiencia energética A.
Aquí no hay debate.
6. Cuando pongas a hervir o cocer alimentos, coloca siempre encima la tapa.
Te ahorras tiempo y energía.
7. No abuses de la calefacción ni del aire acondicionado
Consumen mucho ¡ponte un buen jersey a tiempo, una manta en el sofá o una bata para moverte por casa en invierno! Y en verano, abre ventanas y asegúrate que hay buena ventilación. Y sino, cómprate un buen ventilador o hazte un par de duchas rápidas y cortas de agua fría.
Pero evidentemente todo esto sólo lo podrás poner en práctica con fuerza de voluntad y predisposición que te ayuden a encarar los cambios de manera proactiva.
¿Qué aspectos externos o técnicos propios de la vivienda te ayudarán a ahorrar en la factura de la luz?
1. La ubicación y el clima
La zona geográfica en la que esté construida una vivienda afecta y condiciona su ahorro energético. Una localización montañosa, fría, húmeda, especialmente frondosa y con áreas de sombras más abundantes implica mayor consumo. Pero también debes tener en cuenta que las zonas donde las temperaturas son especialmente altas también fomentan el gasto energético de aires acondicionados y de agua.
2. Materiales orgánicos utilizados en la construcción
Ayudan a hacer de una vivienda un espacio más sostenible. Hablamos de materiales como cemento, hormigón, aluminio, maderas, acero inoxidable, o roca…
3. Incorporación de las energías renovables; la nueva forma de construir
Los avances en el sector de la construcción han permitido mejorar los conductos para la extracción de humos, cortafuegos, falsos techos, vigas, pilares, escaleras, conductos de ventilación y pasarelas entre otros. Una de las claves de la nueva normativa europea es que el consumo energético se debe fomentar mediante el uso de energía procedente de fuentes renovables. Esto garantiza menor gasto en la factura. Además, los edificios de obra nueva deben contar con un sistema de regulación, que optimice el aprovechamiento de la luz natural. El gasto de energía en zonas comunitarias debe proceder mayoritariamente de energías renovables o procesos de cogeneración renovables.
4. El uso del edificio
Es evidente que un edificio destinado a viviendas tendrá un consumo energético diferente al de una oficina o uno de carácter industrial. La funcionalidad es un elemento clave que debe conocerse antes de su construcción para optimizar recursos.
Todas las promociones de obra nueva deben estar al día de los cambios y novedades que afectan al cumplimiento de los requisitos mínimos de eficiencia energética de las viviendas europeas. Así pues, como comprador debes pedir a tu inmobiliaria que te muestre los documentos oficiales que detallan los aspectos técnicos que te ayudarán a verificar y garantizar que la vivienda que te interesa comprar es óptima a nivel de eficiencia energética.
En Stoneweg Living todos los edificios de obra nueva no sólo cumplen la normativa legal, sino que van mucho más allá. Skyline Madrid, es un ejemplo de sostenibilidad que además pretende convertirse en un icono de la ciudad. No sólo por su espectacular diseño, sino también por el uso de materiales integrados al entorno urbano. Cuenta con el Certificado Internacional BREEAM®, un código de sostenibilidad en la construcción que protege el medio ambiente.
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