El alquiler turístico y de temporada en España ha experimentado un auge importante en los últimos años, gracias a la creciente demanda de alquiler vacacional y la popularidad de AirBnb o Booking. Esta modalidad ofrece ventajas, tanto para los propietarios como para los turistas, pero también plantea desafíos y desequilibrios legislativos a nivel estatal y autonómico. Si estás valorando ofrecer tu casa como apartamento turístico o de temporada, te explicamos todo lo que debes saber.
Índice del artículo
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- Contexto Nacional: La explosión de los alquileres turísticos
- Ventajas del alquiler turístico o de temporada
- Retos y desafíos
- Legislación y regularización
Contexto nacional: la explosión de los alquileres turísticos
España es uno de los destinos turísticos más populares del mundo, con una amplia oferta de naturaleza, arte y gastronomía. Pero los tiempos han cambiado, y cuando viajamos buscamos alojamientos que se adapten a nuestras necesidades y a nuestro bolsillo, más allá de los hoteles.
El auge de los alquileres turísticos responde a una mayor flexibilización turística. Los apartamentos turísticos y de temporada han democratizado el acceso al alojamiento vacacional, permitiendo a los viajeros encontrar opciones asequibles y personalizadas.
Por otro lado, los propietarios encuentran en esta modalidad una oportunidad de obtener ingresos adicionales de sus propiedades, ya sea de manera ocasional o como actividad empresarial.
Ventajas del alquiler turístico o de temporada
En la balanza de pros y contras, podemos afirmar que el alquiler de temporada o turístico ofrece múltiples posibilidades.
Ingresos adicionales. Una de las principales ventajas para los propietarios es la posibilidad de obtener ingresos adicionales al alquilar su propiedad a turistas durante períodos vacacionales o de temporada baja. Esto nos puede permitir cubrir gastos asociados con la propiedad como hipotecas, mantenimiento y servicios públicos.
Una verdadera experiencia local. Muchos turistas valoran la oportunidad de alojarse en viviendas locales en lugar de en hoteles tradicionales. Esto les permite sumergirse en el estilo de vida del lugar, contribuyendo a una experiencia mucho más auténtica y real.
Mayor espacio y comodidades. Si viajamos en familia necesitamos mucho más espacio, adaptado a nuestras necesidades. Por ejemplo, cocinas completamente equipadas, áreas de estar separadas y acceso a instalaciones como piscinas y gimnasios.
Personalización. Los propietarios tienen la oportunidad de personalizar la experiencia de sus huéspedes, recomendando restaurantes y actividades poco habituales, u ofreciendo servicios como limpieza regular o traslados al aeropuerto.
Retos y desafíos: ¿El alquiler turísticos es seguro?
Impacto en el mercado residencial. La proliferación de alquileres turísticos puede tener un impacto negativo, especialmente en áreas urbanas o turísticas muy tensionadas. En cambio, en zonas menos masificadas, como en nuestra promoción a primera línea de costa Jardins de Sa Riera, potencia el atractivo de la zona y reactiva la economía local.
Convivencia vecinal. En este tipo de alquiler es fundamental exigir las mismas normas de civismo que exigiríamos en un hotel tradicional, con tal de no afectar la convivencia, especialmente si los huéspedes generan ruido, molestias o problemas de seguridad.
Competencia desleal. Algunos críticos argumentan que el alquiler turístico crea una competencia desleal para el sector hotelero. No obstante, son dos modelos de negocio complementarios que pueden llegar a coexistir, si ponen en valor su valor diferencial.
Legislación y regularización: un mosaico autonómico
No es lo mismo una vivienda vacacional que una de uso turístico. La primera es particular, y se ofrece en plataformas como Booking. En cambio, una de uso turístico tiene un uso puramente comercial, y demanda una licencia específica. Vamos a ver cómo se traslada todo esto a nivel autonómico.
Andalucía
La normativa andaluza establece requisitos específicos para la inscripción de viviendas en el Registro de Turismo de Andalucía, así como obligaciones para los propietarios en términos de calidad y seguridad del alojamiento.
Cataluña
La Generalitat de Cataluña aprobó en 2014 la Ley de Turismo, que establece limitaciones a la oferta de alojamientos turísticos en determinadas zonas, con el objetivo de preservar el mercado residencial y evitar la masificación turística.
Islas Baleares
En las Islas Baleares, la proliferación de los alquileres turísticos ha generado preocupaciones sobre la disponibilidad de vivienda para los residentes locales. En respuesta a esto, el Gobierno balear ha implementado restricciones a la oferta de alojamientos turísticos, limitando la capacidad de las viviendas y promoviendo la diversificación del sector turístico.
Comunidad Valenciana
La normativa valenciana establece requisitos de calidad y seguridad para los alojamientos turísticos, así como limitaciones a la oferta en determinadas zonas para evitar la saturación.
Canarias
La regulación canaria establece requisitos específicos para la inscripción de viviendas en el Registro de Empresas y Actividades Turísticas, así como obligaciones para los propietarios en términos de calidad y seguridad del alojamiento.
En resumen, el mercado del alquiler turístico o vacacional es una realidad en nuestro país y en el resto del planeta, que ha transformado el concepto de vacaciones que conocíamos hasta la fecha. Una reto a nivel regulatorio, pero una gran oportunidad para garantizar un turismo sostenible y responsable.